MUJERES, el camino hacia la cima empresarial
@anaschwarz
A principios de 2010 -justo hace un año- el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza encuestó a 600 gerentes de prestigiosas compañías internacionales, les pidió que dijeran: ¿Cuáles son los principales frenos para que las mujeres ocupen puestos de liderazgo?
Los participantes contestaron que el principal obstáculo es que aún impera: “Una arraigada tendencia a la cultura masculina patriarcal” así como “La falta de modelos a seguir” y estoy segura que estas dos razones engloban un problema que no debemos pasar por alto, sino analizarlo profundamente para evitar que se siga repitiendo.
Este año El Foro nos dio una gran sorpresa y por primera vez en su historia, estableció que, al menos uno de cada cinco delegados llamados “socios estratégicos” debe ser una mujer. Esto implica a un grupo de aproximadamente 100 grandes compañías entre las que se incluyen: Google, Goldman Sachs, Coca Cola y British Petroleum, entre otras.
Históricamente la presencia de hombres en los consejos directivos empresariales -ha sido y aún es- mucho mayor que el de las mujeres. También sabemos que echar abajo semejantes obstáculos para desplazar los añejos paradigmas culturales que favorecen lo masculino, requiere de un proceso largo, desgastante y cansado, sobre todo si refieren la creación de nuevos modelos incluyentes.
Actualmente podemos ver que aún en países desarrollados donde la cultura se ha abierto a la participación femenina en la mayoría de sus áreas productivas, la presencia de las mujeres continúa sin reflejar avances significativos en la toma de decisiones.
Por ejemplo, Estados Unidos marca la pauta al registrar hasta 40 de cada 100 de mujeres en los puestos directivos empresariales según reporta la Contraloría General de este país.
Europa aún no muestra ningún avance importante, incluso se ha llegado a comparar este atraso con una tubería perforada, pues se estima que sólo 12 de cada 100 mujeres ocupan puestos de liderazgo en empresas europeas, reflejando un tremendo atraso con respecto al caso norteamericano. Y es triste porque Europa es uno de los continentes donde las mujeres tienen mayor acceso a la educación universitaria y de postgrados así como fuertes aspiraciones profesionales.
En Alemania con todo y sus importantes industrias, solamente el 8.5% de los puestos y consejos de élite son ocupados por mujeres. El caso español es muy interesante porque en los últimos años se han aportado medidas que están ayudando a la mejora de la posición femenina en el mercado laboral, y en el cuarto trimestre de 2009, según cifras (gubernamentales) del INE, las mujeres constituían el 44% de la población activa española. Sin embargo, a nivel de consejos de dirección, las mujeres representan sólo el 9,8% de los miembros de consejos de sociedades cotizadas españolas, aunque esta cifra ha ido creciendo progresivamente desde 2007.
En países como Noruega el cumplimiento de “cuotas de género” es obligatorio e implementado por Ley, lo que da lugar a cambios drásticos en las composiciones de los consejos. Sin embargo, aunque “la cuota” en el caso noruego es de las más avanzadas en el campo laboral, no establece cuotas de discriminación positiva de mujeres sobre hombres, si no que habla del género menos representado sobre el más representado, que en la actualidad son mujeres y hombres respectivamente.
En América Latina, muchas compañías están contratando porcentajes altos de mujeres. El problema surge después, en los niveles de gerentes medios o superiores, donde el número de mujeres es realmente ridículo.
Para concretar positivamente, veamos algunos propuestas a favor del avance femenino por el Foro
Económico Mundial, y otros estudios realizados en Europa que sirvan como medidas tendientes a crear un modelo incluyente para las mujeres empresarias y ejecutivas:
- Por una real necesidad de incidir en la cultura y en lenguaje, en algunas empresas se han creado programas de mentoría que apoye a mujeres líderes. Un estudio realizado en Alemania en 2010 que incluyó a 4,500 graduados de escuelas de negocios arrojó que hombres y mujeres con mentores en la cima de sus organizaciones, registraron niveles comparables de avance. Pero también mostró que se marcaba una diferencia a favor de los hombres, por encima de las mujeres, con mentores a nivel dirección general.
- Otra propuesta interesante que recomiendan a las ejecutivas alemanas, consiste en buscar las oportunidades para que las mujeres se hagan visibles a los ojos de los principales jefes de la empresa, con el fin de que sea reconocido su talento.
- Y por último, asegurase que no haya diferencia de salarios entre hombres y mujeres, y que su programa de contratación sea transparente.
“Cualquier forma de diversidad debería conducir a perspectivas más inclusivas, más amplias. En las compañías, los equipos más diversos son los que toman las mejores decisiones”
Estas fueron las palabras utilizadas en su mensaje por Saadia Zahidi, quien encabezó “los grupos de mujeres líderes e igualdad de género” en el Fondo Económico Mundial en Davos, en este 2011
El hecho de que una de las importantes Cumbres Mundiales incluya el tema de equidad de género es, en sí, una luz que puede llegar a alumbrar el camino de millones de mujeres, es un ejemplo y esperanza que debemos mantener viva todos los días, para seguir conquistando -con esfuerzo y trabajo- espacios en las más altas esferas del poder empresarial mexicano.
Fuentes: El Factor Femenino www.global.nytimes.com - BBC – Davos quiere más mujeres http://bbc.in/efkKew //Economy Weblog http://bit.ly/hikCt8
¿No será tal vez que el perfil psicológico, de valores, Humano, que se busca en las cúpulas de poder es cuestionable?
ResponderEliminarEl caso es que los números cantan cuando hablamos de género y poder.
Los avances para quebrar el techo de cristal. Ya en puestos de decisión ¿Existen mujeres que adoptan las formas de poder masculinas? Se que si, y otras muchas no; ojalá la política pública incidiera más en nuestro país para obligar a cuotas de paridad en el sector público.
ResponderEliminar@Vindu
Techo de cristal... ojalá la política pública actuará de otra manera para eliminar las brechas de desigualdad.
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