Todo comenzó en 1948, cuando Eleanor Roosevelt se vio obligada a exigir enérgicamente al Presidente Harry Truman que firmar el Acta donde se instituían ante la ONU, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ya que éste se negaba a hacerlo....Veamos la historia:
Según Doña Eleanor, era imperativo cambiar la redacción original del artículo 1º de dicho documento, ya que no estaban siendo mencionadas claramente las mujeres. Meses antes, Truman (quien sustituyó a su fallecido marido Franklin Delano Roosevelt en la Presidencia de los Estados Unidos) decidió que ella, una mujer con grandes cualidades para la diplomacia, fuera la representante oficial de su país ante esta nueva organización mundial que apenas se formaba, después de dos sangrientas guerras libradas en Europa, en donde los Estados Unidos habían participado.
Urgía un nuevo orden internacional que mediara y evitara nuevos y terribles enfrentamientos entre naciones.
Era indispensable reforzar de manera definitiva el concepto de Derechos Humanos Universales, y en ese entorno, Eleanor Roosevelt fue la persona designada para presidir el primer Comité de Derechos Humanos de la ONU.
El documento oficial lograría reflejar el espíritu de esta Declaración de acuerdo a las ideas de la Sra. Roosevelt:
Artículo 1º: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros".
Han transcurrido 64 años y resulta muy natural y ordinario leer esta declaración y hasta consideramos que su significado representa fielmente la dignidad humana en el mundo moderno.
En este siglo XXI, pocas mujeres y menos hombres conocen la cruzada que hubo que librar para obtener el reconocimiento a nuestros derechos femeninos, y cómo fue que finalmente esta declaración logró ser verdaderamente incluyente con las mujeres y con las minorías vulnerables que conforman la gran diversidad humana.
Pocas personas estan enteradas que la redacción original que la señora Roosevelt junto a la diplomática India Hansa Mehta rechazaron, versaba así:
“Todos los hombres…hombres…hombres…hombres… nacen iguales…..”
De forma alarmante se repetían los hechos vividos hace 150 años en Francia, cuando los revolucionarios franceses se negaron absolutamente a reconocer los derechos humanos de las mujeres, cuando por primera vez la humanidad valoraba su dignidad.
La historia que se escribió en 1948 nos cuenta que hubo una dura discusión cuando Doña Eleanor lideró ese cambio tan trascendente en la vida moderna de las mujeres; una discusión vivida en el Palacio parisino de Chaillot, y que al final logró consumar.
Sin duda, en esos momentos, los varones no entendían que la mujer necesitaba su propia voz, no la del masculino universal que había marcado el paradigma por siglos y siglos, y que las luchadoras francesas no habían logrado romper; ya que su lucha las había llevado a la guillotina, tan solo por solicitarlo. En ese día de 1948 finalmente se abría una ventana hacia la equidad entre naciones y entre individuos de ambos géneros.
Gracias por el recordatorio de que, la igualdad y la no violencia, es un derecho inherente de las mujeres.
ResponderEliminarEl abuso es parte de la naturaleza humana con base en el yo, en el "mío" y en el "quiero". Ambición. ¿Cuál será el antídoto?
ResponderEliminar@viccionario