HONRAR EL PASADO Y DELINEAR EL FUTURO
Al visitar la ciudad de Dalla TX. y conocer el “Museo de la Mujer: Un Instituto para el Futuro”, es posible vivir una experiencia conmovedora: en un amplio y agradable espacio, las mujeres despertamos nuestro recio “espíritu femenino” al conocer los logros y las obras de más de 3,000 mujeres norteamericanas, que son festejadas en este sitio creado y diseñado especialmente, como un reconocimiento a su labor y a las ideas femeninas a través de la historia de esta nación.
Mujeres inolvidables por su espíritu, gracia, carácter, habilidades; sus aportaciones a la política, a las ciencias, al arte y al entretenimiento; líderes e innovadoras en diversos ámbitos del quehacer humano; grandes luchadoras que abrieron puertas y rompieron paradigmas sobre las capacidades femeninas. Mujeres de distintas razas, edades, creencias y estratos sociales que ayudaron a construir una nación, en donde cada vez con mayor equidad, comparten con los hombres los espacios de poder y la toma de decisiones. Mujeres que hacen visible el empoderamiento femenino.
Gracias a ellas han quedado atrás siglos de prejuicios que definían las conductas y los roles apropiados para el género femenino: la delicadeza física, la subordinación al hombre, la poca oportunidad de tomar decisiones; el ámbito doméstico para su desarrollo, la poca educación y formación académica, la maternidad como destino y la doble moral (entre los dos géneros) en materia de sexualidad.
La mujer norteamericana se enfrenta día con día a una disyuntiva al tener que mantener una dignidad que valore su talento y capacidad, su derecho a ser productiva, aprovechar todas las oportunidades que su país le ofrece para diseñar un proyecto de vida que le permita vivir sin violencia y con entera libertad. Elegir una pareja por gusto y no por necesidad, sin caer en el juego de los medios y la mercadotecnia, que aún en este siglo 21 la muestran como un objeto sexual.
Este museo permite descubrir, como la cultura norteamericana ha transitado desde estos límites impuestos por género, hacia una sociedad abierta que apoya, reconoce y otorga un gran valor a la participación femenina en el progreso y el desarrollo de su sociedad.
En este espacio, se honra el pasado y se delinea el futuro.
Al visitar la ciudad de Dalla TX. y conocer el “Museo de la Mujer: Un Instituto para el Futuro”, es posible vivir una experiencia conmovedora: en un amplio y agradable espacio, las mujeres despertamos nuestro recio “espíritu femenino” al conocer los logros y las obras de más de 3,000 mujeres norteamericanas, que son festejadas en este sitio creado y diseñado especialmente, como un reconocimiento a su labor y a las ideas femeninas a través de la historia de esta nación.
Mujeres inolvidables por su espíritu, gracia, carácter, habilidades; sus aportaciones a la política, a las ciencias, al arte y al entretenimiento; líderes e innovadoras en diversos ámbitos del quehacer humano; grandes luchadoras que abrieron puertas y rompieron paradigmas sobre las capacidades femeninas. Mujeres de distintas razas, edades, creencias y estratos sociales que ayudaron a construir una nación, en donde cada vez con mayor equidad, comparten con los hombres los espacios de poder y la toma de decisiones. Mujeres que hacen visible el empoderamiento femenino.
Gracias a ellas han quedado atrás siglos de prejuicios que definían las conductas y los roles apropiados para el género femenino: la delicadeza física, la subordinación al hombre, la poca oportunidad de tomar decisiones; el ámbito doméstico para su desarrollo, la poca educación y formación académica, la maternidad como destino y la doble moral (entre los dos géneros) en materia de sexualidad.
La mujer norteamericana se enfrenta día con día a una disyuntiva al tener que mantener una dignidad que valore su talento y capacidad, su derecho a ser productiva, aprovechar todas las oportunidades que su país le ofrece para diseñar un proyecto de vida que le permita vivir sin violencia y con entera libertad. Elegir una pareja por gusto y no por necesidad, sin caer en el juego de los medios y la mercadotecnia, que aún en este siglo 21 la muestran como un objeto sexual.
Este museo permite descubrir, como la cultura norteamericana ha transitado desde estos límites impuestos por género, hacia una sociedad abierta que apoya, reconoce y otorga un gran valor a la participación femenina en el progreso y el desarrollo de su sociedad.
En este espacio, se honra el pasado y se delinea el futuro.
Muy buena iniciativa este museo. Es indudable e innegable la contribución de la mujer en todos los aspectos de la vida y el desarrollo social. Saludos Ana.
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