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Desequilibrio de género en el trabajo en América Latina.


Cuando se habla de equidad  entre hombres y mujeres inevitablemente se debe ahondar en el desequilibrio que aún existe en el trabajo que realizan unos u otros, ya sea trabajo remunerado o no remunerado. 
Este mes de JUNIO 2016 se presentó en Uruguay el El Informe sobre Desarrollo Humano de 2015 “Trabajo al servicio del desarrollo humano”, promueve la sostenibilidad y un trabajo equitativo y decente para todos, alentando a los gobiernos a que tengan en cuenta los numerosos tipos de trabajo —como el trabajo de cuidados no remunerado, el trabajo voluntario y el trabajo creativo— que revisten importancia para el desarrollo humano. El Informe destaca que solo si se aplica un concepto más amplio de trabajo se podrán aprovechar plenamente sus beneficios en favor del desarrollo humano.
Este informe contiene aspectos muy reveladores que los gobiernos y los organismos de la sociedad civil deben analizar y propiciar cambios urgentes.

Comparto aquí algunos de los resultados que este estudio presenta, en la idea de difundirlo y sensibilizar sobre la urgencia de generar soluciones.
  • El Informe describe un riesgo de exclusión de los trabajadores no cualificados y de aquellos sin acceso a las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), que no se podrán beneficiar del creciente papel que desempeñan las tecnologías digitales en el mundo del trabajo. 
  •  Las mujeres de América Latina y el Caribe se enfrentan al triple desafío de trabajar fuera de casa, cuidar de sus propios hijos y, cada vez más, de los ancianos, lo que incrementa en mayor medida la carga de trabajo no remunerado.
  • En América Latina y el Caribe, dado que las mujeres asumen la carga de cuidados, las disparidades en el ámbito del trabajo no remunerado podrían seguir aumentando a medida que la población envejezca, situación que se verá agravada en la región por las diferencias existentes en materia de cobertura de pensiones.
  • En cuanto al trabajo remunerado, a escala mundial las mujeres dedican solo 1 hora por cada 2 dedicadas por los hombres y ganan un 24% menos. En América Latina y el Caribe, las mujeres ganan un 19% menos que los hombres y suelen quedar excluidas de los cargos directivos superiores: el Informe menciona que en más de la mitad de todas las empresas de la región ninguna mujer ocupa un cargo ejecutivo. 
  • En América Latina se encuentra  la mayor proporción de trabajadores domésticos —el 37 por ciento del total mundial, en su mayoría mujeres—, cuyas condiciones laborales precisan con frecuencia una mejora.
  • La tasa más alta de emprendimiento en fase inicial (empresas con menos de tres años y medio) tanto de mujeres como de hombres se registra en África, seguida de América Latina y el Caribe.
  • Entre las regiones en desarrollo, Europa (este) y Asia Central y América Latina y el Caribe son las que registran un valor más alto del Índice de Desarrollo Humano, con un 0,748 en ambos casos.
  • La pobreza sigue suponiendo un desafío, sobre todo desde la perspectiva de la pobreza multidimensional, que complementa las mediciones económicas en este ámbito al examinar también las diversas carencias interrelacionadas que sufren las personas.

Si bien las medidas para responder al nuevo mundo del trabajo variarán de un país a otro, hay tres conjuntos principales de políticas que resultarán determinantes para que los gobiernos y las sociedades puedan lograr los máximos beneficios y reducir al mínimo las dificultades en el nuevo y cambiante mundo del trabajo. 

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