Publicado por ANA MARÍA SCHWARZ en elnorte.com
25 Nov. 2017
Las acusaciones sobre acoso sexual en estos días han circulado por prácticamente todos los rincones del planeta en diferentes esferas, e incluso nuestra Ciudad no ha sido la excepción.
Y es que la actitud asumida por muchos hombres como algo "culturalmente aceptado" hoy finalmente es una sentencia contra quienes la habrían ejercido sin ningún recato.
Éste es un tipo de
violencia que las mujeres en todo el mundo, en nuestro País y Ciudad han debido aceptar silenciosamente durante siglos.
violencia que las mujeres en todo el mundo, en nuestro País y Ciudad han debido aceptar silenciosamente durante siglos.
Han transcurrido 18 años desde que la ONU fijara el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y realmente estamos lejos de encontrar soluciones efectivas que mitiguen este fenómeno mundial que de forma particular en México se percibe como un tema espinoso y grave.
Espinoso porque aún no se logra de manera amplia sacar a la luz el acoso y las agresiones contra las mujeres ocurridas en lo privado y llevarlo al ámbito público; y grave porque los hechos son alarmantes y no existen todavía en nuestro País suficientes herramientas estadísticas que dimensionen la realidad de estos hechos.
Sí se han logrado algunos avances, pero son parciales, en especial cuando se analizan las dificultades que afrontan las parejas mexicanas y los conflictos ocasionados por los nuevos roles sociales de la mujer, dada la incapacidad de muchos hombres para desactivar sus paradigmas machistas adquiridos desde su infancia.
No obstante, hoy las mujeres gozan de variadas opciones de vida. Ellas, en una gran mayoría, pueden elegir con libertad lo que realmente desean y hacen valer ese derecho.
Son innumerables los esfuerzos que las feministas -y las mujeres en general- han realizado buscando poner un alto no sólo al acoso sexual, sino también a la violencia física, psicológica y patrimonial y a los matrimonios de niñas a edades tempranas. Y ni qué decir de las violaciones y feminicidios.
Contemos algunos logros plausibles en favor de la erradicación de este nocivo fenómeno: la creación del Instituto Nacional de las Mujeres en el 2002 permitió que por primera vez se destinaran recursos etiquetados para proyectos de mujeres, obligando a los Estados a incluir la perspectiva de género y atender la violencia que sufren las jóvenes y niñas mexicanas.
La implementación de medidas afirmativas de género, impuestas como acciones a favor de la inclusión, no sólo fortalecieron nuestra democracia, sino que obligó a los partidos políticos a incluir un mayor número de mujeres en los Congresos y en puestos de decisión.
Muchas aguerridas Diputadas y Senadoras, sin importar su filiación, han trabajado incansablemente para cambiar el panorama social y político de las mujeres mexicanas.
En el ámbito estadístico, los avances han sido considerables. México cuenta hoy con el Atlas de Género, una plataforma actualizada del Inegi, moderna y eficaz, especialmente útil para el trabajo en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, manejando estadísticas desagregadas por género, lo que focaliza las políticas de forma adecuada.
En junio pasado el Consejo Nacional para Prevenir y Erradicar todos los tipos de Violencia contra las Mujeres (Conavim), junto con la Secretaría de Relaciones Exteriores y con el apoyo del Museo Memoria y Tolerancia, organizaron un encuentro que reunió a personajes de la sociedad civil, del Gobierno, de la academia y también de organizaciones feministas nacionales y extranjeras, con el fin de debatir retos y áreas de oportunidad en la prevención y combate a la violencia contra las mujeres.
Fue un esfuerzo de vinculación que mostró el interés de la sociedad en la búsqueda de mayores y mejores soluciones a este fenómeno.
Hoy, 25 de noviembre, se hablará sobre lo que no se ha hecho para combatir la violencia de género, pero sin duda nadie podrá negar que hemos avanzado.
Mucho o poco, pero hemos avanzado.
La autora es activista por los derechos
de las mujeres desde 1999, certificada
en Teorías de Género y ex consejera
del Instituto Estatal de las Mujeres.
de las mujeres desde 1999, certificada
en Teorías de Género y ex consejera
del Instituto Estatal de las Mujeres.
ana.schwarz.g@gmail.com
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