El tema del maltrato y la agresión hacia las mujeres debe estar en las agendas políticas, sociales y mediáticas durante todo el año, pero de forma especial durante el mes de noviembre, por ser en este mes cuando hay un día especial (designado por la ONU) en el que se reflexiona sobre este fenómeno de abuso en contra de las mujeres; es decir, el Día Mundial contra la Violencia de Género fijado para el día 25 de dicho mes.
Es bueno que cada año, cada país haga su propio balance de los logros obtenidos en las políticas aplicadas durante 12 meses, aunque los resultados han sido tradicionalmente muy escasos, lo que si es un hecho es que en la última década se ha logrado sensibilizar fuertemente a los ciudadanos, ofreciendo mayor información sobre causas y efectos del fenómeno y el compromiso de unir fuerzas para erradicarlo.
En la medida en que las mujeres entiendan que nadie las obliga a permanecer en una relación fallida y que además existen leyes que las protegen, en esa medida aumentan las denuncias de abuso y muestran mayor determinación para resolver este conflicto de la mejor manera. Eso es un gran logro...
Aún así las estadísticas aún no son muy confiables y los cambios culturales se llevan hasta 7 décadas. Esto nos obliga a insistir con mucha más intensidad en promover el empoderamiento de esas mujeres abusadas, y que sean ellas mismas quienes afronten su propio problema, como ocurre en los países desarrollados.
Recientemente la UNAM (Universidad nacional Autónoma de México) dio a conocer algunas estadísticas producto de una investigación y hoy deseo compartir con ustedes algunos números interesantes.
-En México, cuatro de cada 10 mujeres han sido agredidas por su pareja en algún momento de su vida (Este número es mayor a lo anteriormente reportado por organismos internacionales).
-50% de estas víctimas han padecido ataques que ponen en riesgo su vida.
-La mitad de las que han vivido episodios severos se sienten provocadoras del enojo o malestar de sus esposos o compañeros por opinar diferente, desobedecer, no pedir permiso, no dedicar suficiente tiempo o mostrarse desinteresadas por tener sexo.
-El Estado de México presenta la prevalencia más alta de violencia física y/o sexual (33.3%), seguido por Tabasco, Puebla, Jalisco y Guerrero.
Como ya sabemos la violencia contra la mujer y de género son manifestaciones de la influencia de las condiciones del entorno sobre las distintas formas de agresión en todos los niveles y grupos de una comunidad, precisó el coordinador de la Unidad de Análisis sobre Violencia Social de esta casa de estudios.
La violencia doméstica tiene un
impacto potencial sobre la capacidad futura de los niños para conseguir un
empleo adecuado, ya que los niños que vienen de hogares violentos suelen tener
escaso rendimiento escolar, en Latinoamérica, la edad promedio de deserción
escolar es de 9 años en caso de existir violencia intrafamiliar, contra 12 años
en caso de no contar con ella
Otra manifestación es la violencia
juvenil, que comprende un abanico de actos que van desde la intimidación y
peleas, hasta formas más críticas, como la violación y el homicidio.
En todos los países, los varones
jóvenes son tanto los perpetradores más numerosos, como las principales
víctimas. Conforman un sector de la población discriminado y criminalizado.
Otra forma de violencia social es
la trata de blancas, es decir, la captación, transporte, traslado y recepción
de personas mediante la amenaza, el uso de la fuerza u otras formas como el
rapto, el engaño y el abuso de poder con fines de explotación.
Entre los factores de riesgo, el
especialista mencionó la falta de cohesión familiar y educación sobre la
explotación sexual, además de la necesidad de sobrevivir, que ha empujado a los
niños fuera de sus casas.
Otro peligro se presenta si no
existe un cuidado con el manejo de los blogs, chats, Facebook, Hi5 o Twitter,
pues por estos medios se puede obtener información confidencial de las personas.
El avance tecnológico, enfatizó,
ha contribuido a la difusión de material que denigra la integridad de la
persona, como en el caso de la pornografía; de hecho, el 50% de los delitos
cometidos a través de Internet están relacionados con ella y la prostitución
infantil.
Es urgente difundir esta
información para alertar y denunciar los casos de abuso en los que seamos
testigos; orientar y apoyar a las víctimas es sin duda un compromiso y una
obligación moral.
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