"Lo que no se dice, simplemente NO EXISTE"
Con motivo de la celebración del "Día del NIÑO/NA" que en México se festeja cada mes de abril, deseo tocar nuevamente el tema de la visibilidad de la mujer a través del LENGUAJE que utilizamos para comunicarnos, en una sociedad que no termina de aceptar el trato igualitario para las mujeres y los hombres.
Hace un año emprendí una campaña en la que elaboré Posters con leyendas y mensajes invitando a utilizar la frase "Día de la Niñez" y con ello no hacer referencia al género en los sustantivos y las palabras que usamos como son niñas y niños.
Envié mis Posters a mis seguidores de Twitter y Facebook y también a los medios de comunicación esperando alguna respuesta.
No conseguí nada más que críticas y más críticas.
Las personas en general y los hombres en particular se rehúsan a tocar el tema y les resulta bastante "molesto".
Durante este último año el tema ha tomado fuerza.
Me enteré de algunas iniciativas tanto en México, España y otros países latinoamericanos que han incluido el tema en agendas políticas, en la creación de manuales y guías de uso para un lenguaje no sexista; artículos en diarios y revistas digitales etc.
Todo ello con el objetivo de establecer propuestas que permita sensibilizar a los hablantes, invitándoles a utilizar su lenguaje de forma más equitativa.
Me enteré de algunas iniciativas tanto en México, España y otros países latinoamericanos que han incluido el tema en agendas políticas, en la creación de manuales y guías de uso para un lenguaje no sexista; artículos en diarios y revistas digitales etc.
Todo ello con el objetivo de establecer propuestas que permita sensibilizar a los hablantes, invitándoles a utilizar su lenguaje de forma más equitativa.
Hoy deseo compartir en este espacio un texto escrito por Pilar López Diez, porque su punto de vista sobre este tema me resultó muy importante.
Hace varios días que la RAE está en los medios manifestando su crítica y desacuerdo con las distintas y numerosas guías que, bajo el auspicio de las feministas, se han venido publicado a lo largo de toda la geografía española por grupos y asociaciones de mujeres, universidades, ayuntamientos comunidades autónomas y otros organismos que aconsejan hacer visible al 50% de la población, las mujeres.
Deseo señalar principalmente, la gran importancia del lenguaje y me ciño a dos aspectos: para nombrar lo que existe en la sociedad y así hacer visibles a las mujeres, por un lado, y para construir modelos de identificación que influyan sobre las generaciones futuras para erradicar la discriminación contra las mujeres y la violencia de género.
¿Porqué es tan importante el lenguaje?
Sabemos que hay muchas lenguas en la India que todavía no han etiquetado, es decir, no han asignado un término o una locución para nombrar la violencia de género. ¿No existe la violencia machista en la India? Claro que sí, pero todavía no le han puesto nombre; el poder patriarcal no ha permitido visibilizarla, de manera que no han dejado que trascienda socialmente el problema. Y si el problema no se nombra, nunca formará parte de los problemas políticos a resolver porque no forma parte de la agenda mediática, y, por tanto, no existe.
"Lo que no existe, no se puede atender y lo que no se atiende,
no se puede solucionar"
Conclusión: Las mujeres maltratadas de estas sociedades indias seguirán padeciendo la violencia de los hombres. Tan importante es nombrarla.
Pero aquí la India queda lejos y el eurocentrismo aconsejará no admitir el ejemplo. No importa, sabemos, que en nuestro civilizado país hasta finales de 2004 no se atendió, como requería, el mismo problema, y por eso se aprobó La Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.
Por otra parte, las psicólogas y pedagogas comprometidas con la perspectiva de género valoran desde sus disciplinas la importancia que tiene nombrar a las niñas y a las adolescentes, también a las mujeres, para llegar a ser capaces de percibir su potencial y, por tanto, de enfocar su vida con mayores grados de libertad que lo que les ofrece y nombra, hasta la saciedad, la cultura patriarcal.
Necesitamos nombrar a las mujeres que se han atrevido a introducirse en ámbitos laborales en donde desafiaron las normas y han tenido éxito; por eso necesitamos el femenino de diputado, de ingeniero, de astrofísico y de todas las profesiones.
Necesitamos nombrar a las mujeres que se han atrevido a introducirse en ámbitos laborales en donde desafiaron las normas y han tenido éxito; por eso necesitamos el femenino de diputado, de ingeniero, de astrofísico y de todas las profesiones.
"Hoy las mujeres no tienen modelos de identificación que no sean patriarcales porque las representaciones androcéntricas, las evitan y las esconden"
El lenguaje sexista es tan torpe que no solo excluye los términos que designan a las mujeres en grupos mixtos -como diputados y diputadas-, sino que las maltrata simbólicamente, estereotipándolas en papeles de víctimas y folclóricas, y disminuyendo sus logros en todos los ámbitos en los que están ya presentes; ¿por qué las prácticas sexistas en los medios no informan de las mujeres que han sabido superar experiencias de maltrato mientras que las sobrerrepresentan en el papel de víctimas?; ¿por qué apenas hay expertas en las noticias?
Porque la mejor forma de mantener a las mujeres en situaciones de dependencia y de sumisión es construyéndolas como víctimas y no como mujeres capaces de dirigir autónomamente sus vidas.
No hay, no existe ningún aspecto de la actividad humana que no esté recorrido por las desigualdades de género; y la lengua, esa herramienta imprescindible para nombrar la realidad, no sólo no es ninguna excepción, sino que es un arma fundamental de poder.
Así que no es nada extraño que, quienes hemos estado preocupadas por la situación de las mujeres, también queramos atender a este aspecto de la realidad que nos afecta tan directamente, en España y en los países de latinoamérica.
Texto original: http://www.mujeresenred.net/spip.php?article1952
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