"Creo que es importante que la información y el conocimiento acumulado por el Banco Mundial estén al alcance de todos. Las estadísticas cuentan la historia de la gente de los países en desarrollo y emergentes y pueden ser fundamentales en la lucha por superar la pobreza".
Cada año, los Organismos Internacionales nos ofrecen más y mejores indicadores sobre el avance femenino y la brecha que aún existe para su pleno desarrollo y sus derechos como seres humanos.
Cada año, las voces de reclamo por una mayor libertad para las MUJERES del mundo, se escucha con mayor fuerza, aunque haya millones que no deseen escucharlas.
En los 15 años que llevo de seguir las estadísticas y trabajar activamente promoviendo los derechos de las MUJERES, he visto un gran avance en materia de sensibilizar a la población, pero continúo observando el rechazo de los políticos, quienes No terminan de aceptar abrir más oportunidades a las mujeres por medio de leyes y políticas públicas.
Este fenómeno no se da solo en México y América Latina, este fenómeno se vive de muy distintas formas en muchas otras culturas actuales.
Según informa este año el Banco Mundial en 2012, las mujeres y niñas han hecho grandes progresos en materia de educación, esperanza de vida y, en algunas áreas, la participación en la fuerza laboral. Sin embargo, como el Informe de Desarrollo Mundial 2012 sobre igualdad de género y programas de desarrollo, este progreso no ha conducía automáticamente a mejorar los derechos y la voz: las mujeres en casi todos los países del mundo siguen detrás de los hombres sobre las mediciones, tales como decisiones de la familia y la paridad legal. Y la violencia de género, tanto en los hogares y en los escenarios de conflicto, sigue siendo alarmantemente frecuente en un gran número de sociedades.
Es desalentador que habiendo pasado tantos años, aún las mujeres no gocen de su derecho a igual protección ante la ley y que aún no logren la igualdad al participar en la toma de decisiones a nivel local y nacional.
Aunque la opinión generalizada es que las MUJERES no deben tener la amenaza de la violencia, simplemente porque son mujeres, la experiencia demuestra que los cambios son muy lentos y el progreso en sus derechos y todos sus beneficios, no se han logrado consolidar.
Los países africanos y asiáticos cuyas culturas religiosas son aún muy discriminadoras hacia sus mujeres, deben hacer un esfuerzo mayor por resguardad la integridad de éstas y sacarlas de la pobreza. Este organismo, al igual que la ONUMujeres, ofrecen proyectos encaminados a llevar educación y dignidad a las mujeres.
La desigualdad de género igualmente se manifiesta en América Latina en las zonas de mayor marginación, y para muchos analistas las religiones son aún, un factor que impide a la mujer tomar las riendas de su vida y salir adelante por sí misma.
Los países desarrollados sufren en mayor o menor escala de un machismo que se muestra en las relaciones de pareja y en la diferencia salarial y oportunidades en los espacios políticos entre hombres y MUJERES.
La lucha continúa y el cambio generacional es y seguirá siendo el mejor aliado de la EQUIDAD de GENERO.
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