En Estados Unidos existe una organización que se dedica a recaudar fondos para que las mujeres cuenten con recursos para hacer campañas políticas, su nombre es “EMILY List”, sus siglas en inglés (Early Money is Like Yeast) significa en castellano “El Primer Dinero Crece como la Levadura”.
Con el tiempo han surgido igualmente en este país de norteamérica, otras organizaciones similares con el fin de fomentar la participación femenina en los procesos electorales y crear una mayor conciencia de las cuestiones que atañen a las mujeres, y presionar para que sean incluidas en las candidaturas.
Con el tiempo han surgido igualmente en este país de norteamérica, otras organizaciones similares con el fin de fomentar la participación femenina en los procesos electorales y crear una mayor conciencia de las cuestiones que atañen a las mujeres, y presionar para que sean incluidas en las candidaturas.
Organizaciones muy parecidas existen en el Reino Unido y en Australia, y han tomado como lema la frase “Cuando las mujeres votan, las mujeres ganan”, la solidaridad femenina ha podido romper con la inercia de elegir a los hombres sin reconocer el liderazgo y la trayectoria de las mujeres en el ámbito político, y de esta forma, estas naciones están transformado su sociedad.
En México al igual que en la mayoría de los países, las Organizaciones de la Sociedad Civil han sido, de manera natural, el espacio en donde las mujeres han podido desarrollar ampliamente su participación. La mayoría de estas organizaciones pretenden lograr un cambio social y colaborar con los gobiernos en la solución de los principales problemas nacionales.
Pero la cultura política está vinculada con valores, actitudes, creencias, estereotipos, costumbres, intereses, lealtades y prácticas que se relacionan directamente a jerarquías sociales y relaciones de poder, que condicionan y limitan fuertemente el camino de las mujeres hacia los espacios de toma de decisiones.
En la cultura política latinoamericana, incluida la mexicana, predominan algunos rasgos patriarcales que influyen negativamente en la inclusión de las mujeres a los espacios de poder, especialmente en la dinámica internas de los partidos políticos.
Lo que se ha observado tanto en México como en otras democracias en América Latina, los procesos de selección de candidatos que den cumplimiento de las cuotas de género se aplica de forma particulista, buscando aplicar la ley, pero incluyendo a candidatas de bajo perfil de autonomía política que garantizan lealtades.
Además, en las más recientes elecciones en nuestro país se dió el muy lamentable fenómeno de las "Juanitas", en donde las mismas mujeres aceptan jugar un papel poco digno, y que apenas el día de ayer, el IFE emitió un comunicado en donde "recomienda" que los partidos cumplan a plenitud con la participación de ambos géneros como lo marca la ley.
Lo que se ha observado tanto en México como en otras democracias en América Latina, los procesos de selección de candidatos que den cumplimiento de las cuotas de género se aplica de forma particulista, buscando aplicar la ley, pero incluyendo a candidatas de bajo perfil de autonomía política que garantizan lealtades.
Además, en las más recientes elecciones en nuestro país se dió el muy lamentable fenómeno de las "Juanitas", en donde las mismas mujeres aceptan jugar un papel poco digno, y que apenas el día de ayer, el IFE emitió un comunicado en donde "recomienda" que los partidos cumplan a plenitud con la participación de ambos géneros como lo marca la ley.
“Antes, ser líder significaba tener buenos músculos; pero ahora significa llevarse bien con la gente” Esta frase que Indira Gandhi solía utilizar, define la principal cualidad del liderazgo femenino. Al aumentar el poder de las mujeres en todo tipo de organizaciones, estas se benefician de sus dotes para tratar a la gente, de su capacidad de compasión y de su forma abierta de solucionar algunos de los males sociales más recurrentes.
A medida que las mujeres usan sus capacidades innatas para unirse por una causa común, se convierten en una fuerza política.
A medida que las mujeres usan sus capacidades innatas para unirse por una causa común, se convierten en una fuerza política.
Un dato interesante se revela en una recente evaluación de las Naciones Unidas para el Desarrollo en más de cien diferentes países, determinó que en términos de salud, educación y poder económico, la diferencia entre los sexos se estaba acortando, más no así en su participación en los procesos políticos y en las altas esferas del poder.
Cada vez gana más aceptación la tesis que sostiene que las mujeres que cumplen funciones gubernamentales llevan a cabo políticas que favorecen al sector público, en especial las áreas de salud, educación, asistencia a la infancia, a la tercera edad y a la familia, logrando con ello una mejor calidad de vida.Eso de llevarse bien con la gente, favorece no solo a sus comunidades, favorecería las relaciones internacionales pues esta nueva actitud pondría fin a muchos conflictos.
Cada vez gana más aceptación la tesis que sostiene que las mujeres que cumplen funciones gubernamentales llevan a cabo políticas que favorecen al sector público, en especial las áreas de salud, educación, asistencia a la infancia, a la tercera edad y a la familia, logrando con ello una mejor calidad de vida.Eso de llevarse bien con la gente, favorece no solo a sus comunidades, favorecería las relaciones internacionales pues esta nueva actitud pondría fin a muchos conflictos.
Cuando se trata de política y de abrirse camino en la jerarquía de los gobiernos locales, estatales o nacionales, los hombres se muestran mucho más enérgicos, y con ello, la política continúa siendo en el siglo XXI, una carrera de obstáculos para las mujeres de todo el mundo, y aún así, tenemos espléndidos ejemplos de mujeres excepcionales en Europa y América latina que nos inspiran para continuar nuestra lucha.
En las elecciones de 2006 en México, Patricia Mercado brilló con un brillo muy femenino y un discurso muy acorde a los talentos que las mujeres podemos aportar a la política en el mundo.
Después de una difícil campaña, de haber robado el corazón y la admiración de muchos y muchas mexicanas y de obtener millones de votos (1,128,850 votos , el 2.70% del total para ser exactos) ella sabe lo difícil que es para una mujer tomar la decisión de participar en la política, y aún más, lograr los apoyos y los recursos necesarios.
Por esta razón ella creó una organización cuyo modelo tiene como objetivo principal motivar, capacitar y empoderar a las mujeres mexicanas para que pierdan el miedo, y en un número mucho mayor que el regular en elecciones anteriores, sean capaces de ocupar dignamente los espacios que se abren de acuerdo a las medidas afirmativas de cuotas. Esta organización que funciona ya en México se denomina Suma /Suma la equidad.
Hoy por hoy el liderazgo femenino debe reescribir la frase:
“Cuando las mujeres votan, las mujeres ganan y así, ganamos todos”
Que bueno es llevarse bien con la gente! Dependerá de nuestra capacidad de amar y entender por las situaciones que pasan nuestros semejantes. Nuestra sociedad contemporánea permite que ambos sexos incursionen en roles que se destinaban a uno u otro género. Por eso cada día los hombres nos destacamos más en la cocina!!!
ResponderEliminar